Las secadoras funcionan aspirando el aire de la habitación o cocina donde se encuentran instaladas
y calentándolo antes de que pase por la llamada 'colada', que se halla dentro de un tambor que no deja
de girar aireando toda la ropa al mismo tiempo, consiguiendo así un secado uniforme.
Hay dos tipos de secadoras en función del sistema de eliminado de la humedad. En ambas está garantizada
su eficacia en el secado:
Secadoras de evacuación
El aire caliente que se genera en el proceso de secado se
expulsa a través de un tubo que es necesario sacar cuando la máquina está funcionando, ya sea por la ventana
o a través de un orificio en la pared. Por tanto, el principal inconveniente de este sistema es la necesidad
de que se instalen en lugares en los que se pueda evacuar el aire caliente fuera de la casa.
◦ Evacuación mecánica: Incorporan un minutero que permite al usuario seleccionar a mano el tiempo de secado
y controlar el gasto energético en función del tipo de ropa a secar: de algodón (necesitará más tiempo), de
lino (menos tiempo), etc.
◦ Evacuación electrónica: El usuario puede elegir un programa concreto que determinará, según los
resultados que desee, los grados de temperatura y la duración del secado. Entre los distintos programas que
facilita este tipo de electrodoméstico está el de 'colada para guardar' y 'colada seca o ultraseca'.
Secadoras de condensación
Son más caras, hasta
el punto que, según la gama, por el coste de un modelo de condensación se pueden adquirir dos de evacuación.
Su ventaja es que no expulsan la humedad hacia el exterior, ya que el vapor de aire se condensa cuando entra
en contacto con el aire frío del condensador. Ahora bien, es necesario vaciar el depósito en el que se acumula
el agua de la condensación. Esto permite que este tipo de secadoras se puedan instalar en cualquier lugar, no
es necesario habilitar un lugar especial que permita evacuar el aire.
Secadoras de condensación con desagüe
Por último existe un tipo de secadora de condensación provista de un tubo de desague con el que descargar
el agua resultado de la condensación, en un lugar externo a la máquina, siendo lo mas frecuente un desagüe
en la cocina o lavandería. Con este sistema nos evitamos así el tener que estar atentos al depósito de agua
de la secadora.
Aspectos a tener en cuenta
• Tamaño. Sus dimensiones son superiores a las de una lavadora normal. Hay que buscar un
lugar amplio que se adapte a unas medidas de aproximadamente 60 centímetros de ancho, 60 centímetros de
fondo y 80 centímetros de alto.
• Consumo. Su consumo eléctrico oscila entre los 3,07 kWh para algodón y 1,20 kWh para ropa
sintética. Por esta razón conviene elegir bien, si el aparato lo permite, el programa de secado. Al adquirir
una secadora, es importante fijarse en su etiqueta energética (A, B, C, D, E, F, G) y recordar que el consumo
de las que llevan la A es el más eficiente y que los que merecen una G son los que más consumen por realizar
la misma tarea.
• Capacidad. Cuanto más lleno esté el tambor, más arrugada saldrá la ropa, y más aún si la
temperatura elegida es elevada. Conviene evaluar también si interesa esta opción desde el punto de vista
energético, porque habrá que sumarle el gasto extra del planchado, que llevará más tiempo.
• Programas. Interesa utilizar la función temporizador para programar el ciclo de secado de manera
que termine justamente cuando más interese, que es unos minutos antes de empezar a planchar.
• Limpieza. Una de las prestaciones más recomendables es la utilizar el filtro antipelusas porque
garantiza una mayor vida para el electrodoméstico siempre que se limpie después de haber sido usado.
Para elegir el modelo que más le conviene...
• Determine la carga máxima de ropa que suele lavar de manera habitual.
• Estudie con detalle el espacio de que dispone para la instalación de la máquina. Los modelos de última
generación son muy reducidos, aunque más caros que el resto.
• Establezca el número de coladas que pone a la semana, así como el tipo de ropa que lava. No es igual la
ropa de trabajo como buzos o uniformes, que ropa delicada. Esto le dará la pauta para elegir un
electrodoméstico con las prestaciones ajustadas a las necesidades.
•A menudo se compran aparatos con programas que nunca se van a utilizar y que encarecen el producto.
Matenimientos y ciclos de trabajo
Las secadoras, como todo electrodoméstico, requieren de un mantenimiento regular. Estos mantenimientos se
dividen en mantenimiento de usuario y mantenimiento profesional. El primero debe llevarlo a cabo el usuario
de manera más o menos frecuente, dependiendo de la frecuencia de uso. En este mantenimiento está incluida
la limpieza de filtros, vaciado de depósito, limpieza de conductos, etc...
En el segundo caso, se debe llevar a cabo a través de un servicio técnico profesional, y consiste en el
engrase de cojinetes, cambio de escobillas, limpieza de conductos internos, regulación y comprobación de las
protecciones térmicas, limpieza resistencia, desatasco de tubos y conductos de aire internos, limpieza
depósito intermedio de agua, limpieza bomba absorción, etc...
Hay que tener en cuenta que las secadoras son unos electrodomésticos que trabajan con resistencias muy
calientes, y si no se lleva a cabo un mantenimiento correcto, las pelusas y restos de ropa pueden entrar en
combustión, desembocando en un incendio.
¿Y las lavadoras-secadoras?
Para paliar el problema del espacio hay disponibles en el mercado lavadoras-secadoras, electrodoméstico
de aspecto idéntico a las lavadoras que cumple ambas funciones en un mismo aparato. Pero aunque ocupan mucho
menos, algunos fabricantes y servicios técnicos de reparación recomiendan comprar, siempre que se pueda, cada
electrodoméstico por separado. La principal razón que esgrimen es que, al menos de momento, las piezas de una
lavadora o de una secadora son más fáciles de conseguir en caso de avería que las de una lavadora-secadora.
En este sentido, los fabricantes aconsejan la compra de lavadoras con un mínimo de 1.100 vueltas de
revoluciones para que la ropa salga más seca del centrifugado y en la secadora se pueda utilizar un programa
más corto.